jueves, 8 de junio de 2017

FIESTA DE JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE

 Mt 26, 36-42
Jesús fue con sus discípulos a un huerto, llamado Getsemaní, y le dijo: «Sentaos aquí, mientras voy allá a orar».
Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a sentir tristeza y angustia.
Entonces les dijo: «Mi alma está triste hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo».
Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: «Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú».
Y volvió a los discípulos y los encontró dormidos.
Dijo a Pedro: «¿No habéis podido velar huna hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentación, pues el espíritu está pronto, pero la carne es débil».
De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo: «Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad».

JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Aunque ha acabado el tiempo de Pascua durante algún tiempo celebraremos Fiestas y Solemnidades importantes en la liturgia de la Iglesia. En la Fiesta de hoy recordamos a Jesucristo como Sumo y Eterno Sacerdote.
Sacerdote por su ofrenda, ofrenda de su vida, su Carne y su Sangre, ofrecidas por nosotros en el altar de la Cruz. Ofrenda que renueva cada sacerdote en cada Eucaristía que se celebra.
Y Él es sacerdote para siempre y desde siempre. Sumo Sacerdote que nos acoge en sus manos y nos ofrece al Padre para siempre y desde siempre. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.