SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS

Jn 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

RECIBID EL ESPÍRITU SANTO

Pentecostés, Pascua granada, los frutos ya están en sazón para ser recolectados; crecidos desde Pascua, la Pascua florida, ya es tiempo de la cosecha.

El Espíritu Santo ha llegado a la Iglesia, y ha llegado con la fuerza del viento impetuoso que refresca las almas, con la fuerza del agua que calma la sed de nuestro corazón.

Frutos del Espíritu: paz. amor, alegría, paciencia... que surgen de vivir en el día a día sus dones, sus regalos diarios: sabiduría, consejo, ciencia, entendimiento... que nos hacen dar testimonio ante el mundo del amor tan grande de Dios a su Iglesia: el Espíritu.