viernes, 24 de agosto de 2018

VEN Y VERÁS

Jn 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?»
Felipe le contestó: «Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

EL HIJO DE DIOS
Jesús vino a nosotros, queriendo hacerse uno de nosotros, para enseñarnos con obras y palabras que Él era el Hijo de Dios encarnado.
Los Apóstoles, como san Bartolomé, cuya fiesta celebramos hoy, que habían convivido con Él durante mucho tiempo, proclamaron después de la Ascensión, al mundo entero esa gran verdad.
Y nosotros somos sucesores de esos Apóstoles. Seamos también apóstoles y compartamos con alegría a la humanidad la presencia de Dios entre nosotros por medio de su Hijo.


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