miércoles, 18 de julio de 2018

TOMAD MI YUGO

Mt 11, 28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

YO OS ALIVIARÉ
Quizá nunca hayamos escuchado palabras tan consoladoras como estas. Jesús promete ser nuestro mayor alivio en todo.
Él nos alivia en nuestras penas y pesares, en nuestros cansancios y agobios. Y así, nos enseña humildad, pues siendo el mismo Dios, viene a nosotros a ofrecernos su mano amiga.
Mucho tenemos que aprender de esa humildad, que es la que nos dará el descanso. Jesús es nuestro compañero fiel, aquel que, de verdad, nunca falla. 


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