jueves, 22 de noviembre de 2018

CASA DE ORACIÓN

Lc 19, 45-48
En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: "Mi casa será casa de oración"; pero vosotros la habéis hecho una "cueva de bandidos"».
Todos los días enseñaba en el templo.
Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él escuchándolo.

ESCUCHÁNDOLO
Todo el pueblo estaba pendiente de Jesús, escuchándolo. Todo lo contrario de lo que pasa hoy en nuestra sociedad. 
¿Quién escucha a Jesús? ¿Quién está pendiente de Él? Pocas personas. Todo lo contrario que Jesús hace con nosotros. Él está pendiente de nosotros y nos escucha siempre que le hablamos.
Este mundo (y nosotros mismos, nuestro corazón) necesita que hagamos más oración, que escuchemos más a Jesús. Solo así podremos llegar a ser uno con Él. 


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