jueves, 22 de noviembre de 2018

LLORÓ SOBRE ELLA

 Lc 19, 41-44
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
«¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.
Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita».

ESTÁ ESCONDIDO A TUS OJOS
¡Cuántas cosas no estarán escondidas a nuestros ojos! Y hoy nos lo recuerda Jesús en el evangelio. También los designio que Él tiene sobre nosotros.
Por ello debemos preguntarnos, ante las circunstancias que nos toque vivir en nuestra realidad diaria, qué espera Dios de nosotros, qué es lo más correcto y evangélico.
No juzguemos, no nos enfademos cuando algo no sale como nos gustaría. Oremos por qué y para qué y encontraremos respuesta. 


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