lunes, 5 de noviembre de 2018

UN GRAN BANQUETE

Lc 14, 15-24
En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!»
Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: "Venid, que ya está preparado".
Pero ellos se excusaron uno tras otro.
El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor"
Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor".
Otro dijo: "Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir".
El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado: "Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos".
El criado dijo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio".
Entonces el señor dijo al criado: "Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene mi casa. Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete"».

QUE ENTREN Y SE ME LLENE MI CASA
Dios quiere que se llene su casa, que entren todos, porque nos ama a todos sin excepción. No quiere que falte ninguno de los que Él ha salvado. Y ahí, en su casa, cabemos todos.
Pero solo entraremos si nosotros queremos, Él no nos obliga a quererle. Nos ofrece contínuamente su amor esperando que le correspondamos.
No dejemos vacío nuestro corazón al no corresponder al ofrecimiento de entrar en su Corazón. Dios te ama, y te ama como eres, y te ama siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.