viernes, 26 de enero de 2018

¿NO TE IMPORTA QUE PEREZCAMOS?

Mc 4, 35-41
Aquel día, al atardecer, dice Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal.
Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, enmudece! »
El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?»
Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: « ¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»

UNA GRAN CALMA
El evangelio de hoy nos deja claro que una sola palabra de Jesús puede llevar a una gran calma. Él amansa nuestros vientos y tempestades.
Los miedos, preocupaciones y disgustos Él los vive con nosotros. Y nos dice: "¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?" Lo que vivimos no se vive igual sin Él.
El viento y las aguas le obedecen y con Jesús llega la calma a nuestro interior. La fe, la confianza, la esperanza en Él harán que todo sea diferente. 


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