lunes, 23 de abril de 2018

SOMOS UNO

Jn 10, 22-30

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.

Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».

Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado, es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».


OS LO HE DICHO, Y NO CREÉIS

Es el mismo Jesús el que hoy nos dice que ha sido Él el que nos ha hablado de sí mismo, de su obra y de su ser Hijo. Y no creemos.

Creer no es tarea fácil, nunca nadie lo dijo. Pero Jesús hace que sea más fácil hablándonos de su Corazón de Buen Pastor.

Que nunca nos tenga que reprochar Jesús que no hemos creído en Él. Profundicemos en las Escrituras para que creamos.



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