martes, 6 de diciembre de 2016

CIEN OVEJAS

Mt 18, 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».


EN BUSCA DE LA PERDIDA


La parábola de las cien ovejas y la oveja perdida le sirve a Jesús para explicarnos que Dios siempre está pendiente de todos y un poco más de quien más lo necesita, sea por la razón que sea.

Va en busca de la perdida, no piensa que ya no se puede hacer nada con ella o la etiqueta, dándose por vencido de que aún puede encontrarla. Y cuando la encuentra, se alegra más por haberla encontrado que por tener a las otras noventa y nueve.

No desesperemos nunca de quien se va del rebaño, al contrario, vayamos en su busca y cuando regrese, alegrémonos de su vuelta, sin reprochar nada. Así seremos como el Pastor de la parábola: Jesús.


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