viernes, 1 de diciembre de 2017

DESPIERTOS EN TODO TIEMPO

 Lc 21, 34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

MANTENEROS EN PIE
Son tiempos recios, como diría santa Teresa, sobre todo para los cristianos. Ser coherente con nuestra fe supone ser fuertes interiormente.
La fortaleza es un don del Espíritu, fortaleza que necesitamos para vivir en medio de una sociedad que no entiende el servicio al hermano ni el amor incondicional.
Mantenernos en pie, en esperanza activa, dando todo por nuestro prójimo. Mantenernos en pie, contra viento y marea, tras los pasos del Maestro. Esa es nuestra tarea. 


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